
Qué poderoso es el miedo. Te
persigue, te engaña, te duele…Y te hace sentir vivo, humano. El miedo es
encontrar la magia en la inseguridad y saber que estar a salvo no nos llena de
absoluta felicidad. Somos humanos por perdernos en nuestros temores para llegar
a encontrarnos, y por nadar entre miedos de personas que nos abren su
corazón para que los llenemos de amor. Que el amor si es puro no duele, y lo
único que te puede matar es querer demasiado fuerte. Que duele el temor de
perder, el temor de arriesgar y el temor de sufrir. Duelen los fantasmas de un
pasado aún presente y los fantasmas del “qué pasará”. Y así se destruyen
millones de historias de amor a diario.
La protagonista de encuentros bajo
la piel se perdió en el camino del miedo y solo escuchaba el eco de una
melodía que dejó de resonar tiempo atrás. Y tras dejar atrás el temor, volvió a
sentir amor puro… del que te desgarra por dentro y te hace sentir que el único
miedo que puede existir en una pareja es el miedo a explotar de pasión, de
locura, de intensidad, de confianza, de ternura… en resumidas cuentas, DE
AMOR. Que el miedo sea poderoso, no quiere decir que sea malo. La
clave está en canalizarlo y saber jugar con él… De lo contrario, él hará de tu
vida su juego.
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